Ante la mirada indiferente de autoridades y comunidad en general, espacios públicos y vías carreteables, especialmente, del Centro Histórico de la capital boyacenses, cada día más se incrementa el número de los llamados “invisibles”.
Aunque están a la vista de todos, consumidores de alucinógenos, desplazados por la violencia, mendigos, Indígenas de las comunidades Uwa y Embera y personas con problemas mentales, entre otros, pasan sus días a expensas de la caridad ciudadana, aprovechando el sentimiento cristiano de los capitalinos, pero no tienen un sitio de acogida y atención oficial.
La situación que amenaza con una crisis humanitaria tiene seriamente preocupada a la ciudadanía, debido a su estado lamentable y sobre todo, a las implicaciones que tiene para la seguridad pública, el bienestar social y dignidad de los afectados.
Niños, mujeres, adultos y personas mayores que deambulan por la ciudad deben contar con la protección del Estado, en lo que tiene que ver con alimentación, alojamiento, vestido y la atención médica que requieran, sin importar su condición.
En esta tarea juega trascendental importancia las decisiones de las autoridades competentes, que no pueden seguir haciéndose las de las vista ciega ante un problema que tiene trasfondo económico, racial, político, entre otros aspectos.
Las soluciones tienen que pasar de las lamentaciones de quienes los padecen, a soluciones tangibles de los gobernantes que demuestren que Tunja sí está conectada con el desarrollo humano, que es lo más importante de cualquier sociedad.
Los centros de atención en Bogotá
En estos lugares los ciudadanos habitantes de calle tienen la posibilidad de alimentarse, bañarse, dormir, entre otras actividades, con las cuales comienzan a generar procesos de recuperación de hábitos saludables.
Adicionalmente, en el hogar de paso se inician acciones de cuidado con la finalidad de dignificar su condición a través de actividades que mitiguen el consumo de sustancias psicoactivas.
- La atención psicosocial está proyectada a dos meses de intervención, con el objetivo de referenciar a otros servicios o traslado a uno de los centros de atención transitoria.
- Se adelantan acciones de acompañamiento familiar personalizado por profesionales en las áreas de psicología, trabajo social, enfermería y educación física entre otras.
- Enfoque diferencial y vinculación al servicio para hombres, mujeres, población LGBT y personas en condición de discapacidad.
- Se brinda un servicio de 300 cupos en las dos jornadas.
- Servicio de alimentación.
- Unidades sanitarias para hombres, mujeres y personas con discapacidad.
- Cuenta con siete alojamientos y un equipamiento con más de 320 camas.
- 1 Cocina industrial.
- 7 áreas de talleres y 1 zona de lavandería industrial.
Fuente: A3QAP