Durante lo que lleva de se segundo mandato, el gobernador Carlos Amaya, ha tenido incapacidades por atención médica, en varias ocasiones, periodos en los cuales viene teniendo que nombrar mandatarios encargados.
Las permanentes dolencias que han sido confirmadas por él públicamente, tienen que ver con consecuencias del grave accidente que padeció el 12 de julio de 2016, cuando siendo gobernador de Boyacá, se dirigía por la vía que de Tunja conduce a Duitama a entablar diálogos en medio del Paro de Transportadores.
Las afectaciones en la columna, extremidades inferiores, cadera y órganos vitales le han dejado secuelas tanto físicas como emocionales, generando cambios en su ritmo de trabajo, forma de desplazamientos y entorno social.
La situación puede incidir en su aspiración presidencial teniendo encuenta las exigencias de una campaña nacional que en las que tendría que someterse a extenuantes viajes, estar de pie por largos periodos en escenarios públicos y pasar noches en vela atendiendo asuntos financiaros, programáticos y logísticos, propios de un debate electoral como el que se avecina.
Fuente: