Colombia se prepara para una transformación demográfica sin precedentes: en pocos años, uno de cada tres habitantes será adulto mayor, lo que marcará una verdadera “revolución de las canas” y pondrá a prueba los sistemas social, económico y laboral del país.
De acuerdo con proyecciones oficiales, el promedio de edad en Colombia pasará de 32 a 50 años, un cambio que supera el ritmo de envejecimiento de Europa y Estados Unidos. Esta transición plantea grandes desafíos en salud, pensiones y empleo, pero también abre oportunidades en la llamada economía plateada, con una creciente demanda en servicios como turismo, educación, vivienda adaptada y cuidado especializado.
Expertos advierten que, de no implementarse estrategias de reentrenamiento e inclusión laboral, el país podría perder más de tres millones de trabajadores en los próximos años. La situación es aún más crítica si se tiene en cuenta que solo uno de cada cuatro adultos mayores recibe pensión, lo que evidencia la necesidad de nuevas políticas de protección social y sostenibilidad económica.
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