Entre 2020 y 2023, las EPS facturaron tratamientos médicos a personas fallecidas, generando “servicios fantasma” que ocasionaron un desfalco histórico al sistema de salud colombiano por más de $1,3 billones, según informó el Ministerio de Salud.
El reporte indica que mientras miles de colombianos esperan atención médica, se realizaron cobros por servicios a pacientes que ya habían fallecido. La situación evidencia fallas graves en los controles y la supervisión del sistema de salud.
Organizaciones ciudadanas y sectores políticos han exigido respuestas inmediatas y sanciones a los responsables.
Las autoridades investigan actualmente qué EPS están involucradas y quiénes se beneficiaron del fraude.
El caso ha generado preocupación sobre la gestión de los recursos públicos y la necesidad de fortalecer la transparencia y los mecanismos de control dentro del sistema de salud colombiano.
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