El piloto transmite comandos al dron a través de un casco electroencefalográfico especial con una serie de electrodos, que transforman las ondas cerebrales en señales procesadas para el aparato.
Ricardo Mendes, el jefe y coordinador de operaciones de Tekever, una de las empresas que está elaborando el proyecto, comenta que el vuelo de prueba representa un avance enorme en el mundo de la aviación. Mendes espera que algún día la prueba realizada pueda aplicarse a los vuelos comerciales.
Los científicos creen que el mundo tecnológico está preparado para introducir tales sistemas en diferentes esferas de la vida.
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